sábado, enero 4

El que no te quiere pero cree que te quiere

El año pasado me volví a reencontrar con una persona que en el 2015 me había volado la cabeza. Era todo lo que siempre deseé en mi adolescencia en materia de amor. Alto, con el cabello largo, rudo, miembro de una banda de trash metal, tatuajes, medianamente culto, con una pizca de humor ácido, en fin, era el tipo de hombre que siempre anhelé conocer y vivir una intensa historia de amor, pero lo de intensa historia de amor jamás fue, pasó ni sucederá.
Me escribía cuando se sentía solo y tenía unos tragos de más, o al menos eso creía hasta que luego los mensajes se fueron intensificando también en la sobriedad como en las calurosas madrugadas de enero y decidí darle una oportunidad y tomarlo en serio, cosa que en el fondo sabía que no debía hacerlo porque el era un tipo con más problemas que sentimentos por mi. Pero, decidí correr el riesgo. Lo soltaba a ratos, me alejaba, lo bloqueaba y luego él volvía a buscarme y yo lo volvía a aceptar, porque no aún no estaba lista para dejarlo ir, quería ver hasta donde llegaba eso que yo creía que él sentía por mi, el punto es que él era bipolar, o del tipo de personas que cuando tienen problemas, aleja a las personas que podrían hacerle bien, por momentos era el mejor, el más atento, gracioso, cariñoso, y luego volvía a ser el de siempre, frío, tosco, distante, indiferente, gruñón, sin señales de vida y si yo no le escribía el tampoco y encima después se enojaba conmigo. No quiero usar la palabra tóxica, pero creo que eso describe a la perfección el tipo de relación que teníamos hasta que me cansé y me preparé emocionalmente para soltarlo y seguir con mi vida, porque en toda relación,llega un punto de quiebre en el que decimos basta. Yo decidí decir basta y dejar de justificar su estúpido trato hacia mi y el que hizo? Al principio se refugió en sus típicas excusas de siempre, problemas económicos, etc. Yo lo comprendí, y en el mejor de los casos tuve una epifanía. El no me  quería ni nunca lo haría, por más comprensiva y empática que yo fuera, simplemente lo que él debía sentir por mi, no lo sentía, tampoco lo decía, pero su comportamiento conmigo hablaban más fuerte que las pocas palabras que me dedicaba.
Después de un mes y medio de bloquearlo, porque no me dejaba de escribir diciéndome 'Hola, solo te quería saludar' y después de mi esperanzado y bobo saludo el me cortaba con 'que estés bien'... Me di cuenta que no debía de albergar mas sentimientos de esperanza respecto a lo nuestro' porque ya no existía, ni se iba a volver a dar más, porque por mas cursi que suene, la frase de mi mamá es tan certera como sabia: 'El amor es de dos, no de uno'
'Eli seamos amigos al menos' este fue uno de sus penúltimos mensajes. Le respondí con toda la madurez de la que fui capaz, y con bastante dolor claro, que no era mi costumbre hacerme amiga de personas que una vez me lastimaron. Su reacción fue desmesurada y fría, me dijo que no debía guardar rencor y que el jamás me había hecho daño, claro, se volvía a refugiar en sus dichosos problemas. Lo bloquee y terminé de sacarlo de mi vida.
Hoy por hoy eliminé su número de mis contactos y lo desbloquee, porque para mi no es más que una persona extraña, que jamás existió para mi y no deseo darle la importancia  que no se merece teniendolo como bloqueado.
En fin, el amor no es complicado, quienes lo complican somos nosotros. Si no queres estar con alguien que está enamorado de vos, solo decilo y ya. No pasa nada, nadie se muere de amor o tristeza.

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