De bombones y caras rojas.

El otro día estaba sentada detrás del escritorio de la oficina, cuando mi jefe me dice:
- Anda a pagarle al señor X y que te dé el recibo.
Yo: Ah, ok.
Camino total y desinteresadamente al lugar en donde se encontraba el señor X que era dentro de la tienda que está al lado de la oficina. Cuando entro, lo veo. Facundo Arana de pelo castaño. Dios mio. Camino hacia el a saludarlo como acostumbro y luego voy a pasarle la millonada al señor X mientras me acerco a hablarle a Facundo. En eso hurga algo en su maletín y me entrega una caja de bombones.
- Que? Estupefacta le digo, claro que jamás me hubiera imaginado que me estaría regalando una puñetera caja de bombones a mi, menos que a mi, a mi!.
Facundo: - Para vos!, Te regalo. Y me sonríe maravillosamente.
- Aaaaaah, gracias, gracias. No sabía que carajos hacer. Mientras le agradecía me acerqué a darle dos besos en los cachetes y me dice.
- Aaaah sí. Ahora me saludas con beso. Pará, no te pongas colorada. JAJAJAJA
Eso fue un detonador para mí y al rato ya estaba del color al rojo vivo.
Y bueno, por más increíble que parezca, un bombonazo me regaló una caja de bombones, lo habría fotografiado en ese momento, pero no quería parecer una forever alone, más de lo que aparento, entonces mejor escribirlo y recordarlo por siempre. JAJAJA

FIN.

Casos cortos. (bombachas)

El otro día estaba viviendo mi tranquila vida en horas de trabajo, y se me acerca una amiga a comentarme:
- Fulanito me dijo que parece que vos usas bombacha, y yo le dije que no tiene nada que ver.
Miré a mi pobre amiga y no hice más que reírme.
Francamente, los hombres y sus obsesiones por el tamaño de la ropa interior femenina me tiene muy sin cuidado. Y los que se preocupan por esto no son mas que unos pueriles pervertidos que no piensan en otra cosa mas que en esos posters de mujeres desnudas que de seguro cuelgan en sus dormitorios.
Lo admito, voy por la vida sin preocuparme en seducir, atraer o conquistar. Visto como se me pega la regalada gana, me peino si estoy de buen humor y me arreglo de acuerdo a la ocasión. En cuanto a la ropa interior, realmente no es asunto de nadie saber el tamaño de la ropa interior que uso o no, pero para ser sincera, prefiero lo cómodo a lo sexy, y si eso ha de espantar a posibles admiradores fiambreros cumbianchas que ni siquiera hablan bien, pues BIEN! Mejor para mi.
A mis veinte años, ya me declaré hace mucho una anciana en el cuerpo de una joven de veinte primaveras.
Y bueno, no sé que mas añadir. Háganse dar :)

De Amores Imposibles

Bueno, me han sugerido escribir sobre amores imposibles., trataré de hacer mi mejor intento.

Y por cierto, todos tenemos uno, cierto?

El amor imposible se personifica en un individuo en particular, con características especiales que en definitiva lo hacen único y totalmente apreciable en todo su esplendor. Se puede decir que un amor imposible es aquel inalcanzable, aquel que se relaciona con nosotros solamente en nuestros sueños o en nuestros pensamientos más profundos. Aquel con quien jamas nos atrevemos o nos atreveríamos a establecer una directa comunicación de verdades, como por ejemplo, la confesión de nuestros sentimientos. Aquel a quien admiramos desde la distancia en el silencio del anonimato. 

Y francamente, quien diga que no tiene un amor imposible no es más que un vil o una vil mentirosa. 

Muchos afirman que un amor imposible no es más que una sencilla situación que depende de la decisión y voluntad de cada uno, y depende totalmente de cada uno de nosotros cambiar la historia. COMO? Sí, como es la pregunta del millón. Bueno, quienes afirman esto suelen decir que el punto está en acercarse, hablar, relacionarse, conquistar y confesar los sentimientos. Sí. Vaya que fácil tarea. El temor de ser rechazados siempre se presenta a la hora de pensar siquiera en enfrentar al sujeto y decirle que te gusta mucho y blablabla*

Y si me dice que no, y si me dice que solo me aprecia como amigo/a, que pasará luego, como me voy a sentir?. Tales dilemas consagran indefinidamente a nuestros amores imposibles en el total anonimato de siempre. Aunque de seguro existen casos en los que se triunfan, pero raros, creo yo.

Yo, conocí a mi amor imposible a los nueve años y desde entonces cada vez que lo veo, me planteo la irracional idea de decirle lo que provoca en mi tan solo pensar en su voz, su sonrisa y otras tantas cursilerías mas, pero vuelve a surgir ese cruel pánico de que me rechace, lo cual es probable en un porcentaje del 95%. Y, como estoy segura? Bueno, otra pregunta del millón. El punto es que cuando tenemos un amor imposible, pasamos a analizar sus gustos, lo que le gusta y lo que no le gustará, he aquí el quid del asunto; tal vez yo no sea el tipo de chica que él busca, o no cumpla con sus patrones de sex appeal o que se yo..

• Efectos físicos de los amores imposibles

Existen muchos efectos físicos que nuestros amores imposibles provocan en nuestros respectivos cuerpos; uno de los más comunes es la taquicardia o comúnmente denominada palpitaciones o aceleración de los latidos del corazón, o aceleración del pulso, etc. Esto se puede manifestar de cualquier forma como también con la sudoración en las manos y enrojecimiento del rostro, esto obviamente sucede cuando vemos al/la susodicho/a. En caso de entablar una torpe y casi inútil conversación con el/ella automáticamente estampamos una tonta y bobalicona sonrisa en los labios, algunos misteriosamente poseen el total control y dominio de sus cuerpos y disimulan estos efectos, otros, con suerte no tartamudean ni se ruborizan.

• Acciones más comunes

Una de las acciones más comunes al estar obsesionado/a o enamorado/a de un amor imposible es el acoso cibernético. Esto es muy fácil gracias a las muchas redes sociales. Que se yo, por citar, Instagram, Twitter y el Facebook. Admito que algunos exageran mas que otros y se la pasan viendo a quienes agregan, que postean en sus estados, que fotos suben, con quienes intercambian mensajes, a quienes les da 'me gusta', etc.

• Efectos desencantadores.

Vivimos obsesionados, enamorados, locos stalkeadores hasta que... Vemos algo que nos destroza el corazón, y es a lo que yo llamo un efecto desencantador' o de desenamoramiento total. 

En mi caso era muy común ver a mi amor imposible en fotos abrazado a otras chicas, o hasta incluso en una relación con otra fulana, realmente es un efecto destrozador, pero es lo que nos toca por ser admiradores anónimos.