¿Qué quieres ser cuando seas grande?
¿Qué vas a hacer después de terminar tu carrera?
¿A los cuantos años pensas casarte?
¿Cuántos hijos quieres tener?
Y una serie interminable y fatigosa de preguntas que completar antes de morir.
La vida no es una lista de supermercado que debemos de completar, ¿para quien? ¿para qué? ¿por qué?
Muchos culminan sus estudios a los dieciocho, luego van a la universidad, se quedan atascados a la mitad, conocen el amor, se casan,engendran hijos, se divorcian, retoman sus estudios, consiguen el empleo de sus sueños. Otros terminan sus estudios, se mudan de ciudad para empezar una nueva vida lleno de sueños por cumplir o vuelven decepcionados a sus hogares de donde nunca debieron haber salido.
Todos toman caminos diferentes, todos tienen objetivos distintos. Tal vez sean los mismos, pero en distinto orden.
Se dice que el orden de los factores no altera el producto, pues bien, todos vamos por distintos caminos persiguiendo el mismo sueño de siempre, sentirnos realizados, encontrar la felicidad plena o simplemente alcanzar la paz.
Algunos lo logran a corta edad, otros alcanzando la madurez de los cincuenta años, algunos mueren en el intento, y otros se quedan sentados mirando la vida pasar ante sus ojos, y después se hacen la tan conocida pregunta: "Qué hubiera pasado si..."
