martes, febrero 21

Reseña de 50 sombras Más CALIENT... Oscuras.

El 09 de este mes se estrenó la tan esperada (al menos para mí) segunda parte de la trilogía de 50 sombras, y efectivamente, estuvo más oscura y explícita que nunca. Me complació en todos los aspectos, me estremecí, me calenté, suspiré, el pulso se me detuvo por un nanosegundo y me sentí enamorada de Grey por unos momentos hasta ver que su pétreo rostro de hombre salido del frigorífico iceberg no cambiaba ni cuando poseía a Anastasia. Ok. La película me fascinó, aunque hubieron detalles minúsculos... hasta podría decir, ínfimos que se dejaron obsoletos... Como la subasta de bailes, el Doctor Flynn, el globo con forma de charlie tango que le obsequia Grey a Ana, y algunas otras cosas con las cuales estoy totalmente en desacuerdo.
La señora Jones, ama de llaves, se ve como una joven de veinticuatro años, nada que ver con lo que describe Anastasia. Ok. La señora Robinson carece totalmente de personalidad y "muchosidad" como diría mi personaje favorito de Alicia en el país de las maravillas... Esto es porque Kim Basinger no era la adecuada para el papel de la arrolladora sensualidad de Elena, en su lugar hubiera preferido que el papel lo interpretase Uma Thurman o la diva de Sex and The City Kim Cattrall. El gusto de los que seleccionaron a Basinger es muy desacertado.
Planeaba ir a ver la película con mi madre, pero la inestabilidad lluviosa del tiempo impedía los planes, me resigné y decidí esperar hasta el año que viene, olvidando la magia de Internet y una súper amiga que tal vez podría etiquetarme en la mismisima película publicada en una pagina de facebook. Pues sí. Mi mejor amiga me etiquetó en una publicación de la película COMPLETA y la pude ver. Dos veces! Infinitamente agradecida con ella, la verdad.
Ahora, lo extraño de todo es que esperé a que aparecieran los memes, publicaciones, tweets sobre gordas vírgenes y bigotonas que con seguridad irían a ver la película(me incluyo) o burlas del estilo... Y nada. Tal vez la fiebre 50 shades ya haya disipado todo el bullying por completo. Eso, o vivo en un termo.