sábado, septiembre 20

Un poco de turismo Yguazú

Bueno, sin duda alguna el mes de setiembre me trajo días que jamas imaginé vivir algún día.
Como estaba (estoy) desempleada y se acercaba el cumpleaños numero tres de mi sobrino menor decidí preparar bocadillos y una bonita torta para ir a su casa y pasarla bien entre amigos y familiares, todo obviamente en modo sorpresa, bueno, a última hora se me adhirió al viaje mi hermano, en fin.
Este viaje incluía (todo a modo sorpresa) una visita a las cataratas del Yguazú, una noche bailable con mi amiga, una visita al famosisimo Ice Bar Yguazú y por ultimo una visita a Patricio el hippie chileno que domina el arte de hacer rastas en el cabello.
He aquí algunas fotos de mi gran paseo.
el lugar es tan increíble que tenes suerte si lo recorres con la boca cerrada, a por cierto, también tendrás suerte si encontras un pequeño espacio con un gran paisaje de fondo para tomar y tomarte unas cuantas fotitos.
sinceramente no se que especie será, pero es una maravilla de la fauna, acto seguido a esto mi hermana mayor sufrió un ataque de quatíes, en realidad podría decirse que fue un accidente por culpa mía, estabamos sentados almorzando en uno de los bancos y por un error de movimiento volqué un vaso de plástico que contenía jugo envasado de manzana, fue un desastre, a los cinco segundos a nuestro alrededor era una manada de quatíes en busca de mas jugo de manzana y más comida, mi cuñado empezó a gritar como poseído:
- vamoooss esto se va llenar de bichos, vamos corrannn.
En un abrir y cerrar de ojos juntó los sandwiches y los jugos que teniamos en la mano y empezó a trotar (casi corría) hacia otra dirección, mi hermano y yo mirabamos a mi hermana mayor que ni se podía mover del ataque de risas que tenía, su relato siguiente fue todavía más simpático:
- No me podía mover de la risa, y les vi a ustedes corriendo hacia otro lado encima en mi cintura los quatíes me estaban haciendo cosquillas.
JAJAJAJAJA
uno de los miles de senderos metalizados que había en la reserva. Detenerte a quitar unas fotos era cuestión de suerte si no te pisaban turistas apresurados o personas que iban perdiendo a sus respectivos guías turísticos.
Por cierto, después del ataque de los quatíes tuvimos que almorzar parados en un sendero parecido a este para evitar otro ataque o visita inesperada, claro.
Y algunos incrédulos dirán: pero que esos bichos no tienen miedo de las personas?
NO.
Al contrario, somos nosotros los que debemos temer y esconder nuestras pertenencias de esos terribles vizcachas.
Estando ahí te salen las gracias a Dios por poder tener el don de la vista. Una cámara solo toma una pequeña porción de la belleza real del lugar. Es una maravilla.
aquí pasamos a otro nivel del paseo, como lo dice el abrigo, Ice Bar Yguazú, es una experiencia que recomiendo a todo aquel que disponga de treinta minutos para divertirse, tomarse unas fotos simpáticas y tomarse unos tragos 'quemaesófagos'
El invitado de la foto no estoy segura si era un rinoceronte o u dinosaurio... En fin.
El caballero de la foto es Patricio, un hippie Chileno nato que vende artilugios de metal en la plaza San Martín de Puerto Yguazú. Fue muy amable al aceptar hacerme dos rastas en mi muy suave y brilloso pelo. Al lado mío había una chica, también hippie llamada Sonia, estabamos hablando de lo mas bien, yo  como haciendoles una mini entrevista, cuando me percato de que tenía una rata durmiendo en el regazo. Sí. Su Mascota, el nombre no lo recuerdo, creo que era Menia o algo así, fue increíble.