El ser humano es un ser tan despreciable, frívolo y superficial.
A veces, claro.
Cuando nos encontramos en aprietos de distinta índole recurrimos a Dios o a quienes estimamos son nuestros verdaderos amigos en las malas, pero solo en las malas porque en las buenas ya ni nos acordamos de quienes importan y quienes jamas importaron.
A veces me pregunto: ¿Sentira Dios asco de nosotros? Por nuestras actitudes quizás...
La vida nos enseña a cada segundo que pasa. Y lo mas cruel que te puede enseñar es que quien esta de tu lado en los momentos difíciles es a quien tienes que tratar de conservar lo máximo posible en tu vida. El resto no importa y jamas importará.
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