lunes, diciembre 19

Amor... era de 1

Esta segunda y última parte será más breve que la anterior.
En síntesis la historia sin fin comenzó el pasado año, pero ya en esta etapa de tire y afloje ya tuve que poner un fin. Era obvio que la lastimada sería yo.
En una relación (ya sea que nunca fueron nada o tuvieron un algo que nadie sabe denominar) el que más sale lastimado siempre será quien más amó. En realidad siento espasmos de repudio hacia mi persona al aceptar esto, pero si yo no lo hago, nadie más lo hará por mi.
Decidí hacerle una pseudodeclaración de amor donde inventé una salida y charla de padre a hija con mi progenitor, donde el demostraba interés acerca de mi vida amorosa y yo le contaba todo al respecto de mi "amigo". Todo con el objetivo de? Saber definitivamente si mis sentimientos eran correspondidos o no. Y en efecto. Di con el resultado. No era el esperado, porque como estaba hasta el cuello de ilusiones y cursilería esperaba algo totalmente distinto, pero las cosas se dieron así. Le planteé mi decisión. Alejarme de alguien que no siente lo mismo por mi, por ende liberarlo de toda posible presión que yo, tácitamente, claro, pudiera estar ejerciendo sobre el. ¿Cual fue su respuesta?
Hablar. Hablar y esclarecer DUDAS! Por Dios, si hasta utilicé la palabra que nunca jamas debe ser usada por una chica en un chat "E N AM O R A D A" El, como buen zorro, experimentado, Don Juan Tenorio y ligón se hizo del desentendido. Y bueno, a buen entendedor... Pocas palabras, las respuestas fueron saliendo a borbotones y mis dudas comenzaron a disiparse de manera lacerante. Él no me quería. No me amaba. Nunca me querría, nunca me amaría. Distaba de sobremanera de sentir algo parecido al amor por mi. 
Se acabaron los buenos días, las buenas tardes, los buenos almuerzos, las buenas noches y las palabrerías que no hacían más que henchir de embuste todo lo que yo sentía por el.
Lo de hablar fue una, no sé como llamarlo... Otro de sus trucos para extender o tal vez prolongar un poco más el contacto conmigo. Porque nunca hablamos. 
Me alejé. No me siguó.
Me fui. No me buscó.
Y al final, sé que hice bien. 

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